¿Soria? ¿Por qué no?
Y así fue como comenzamos a preparar una escapada por la provincia de Soria. Disponíamos de 2 días y medio para visitar demasiadas cosas.
Y es que Soria, a pesar de ser un de las provincias menos visitadas de España, esconde grandes tesoros entre sus casi despobladas tierras. Fue frontera entre los reinos católicos y los reinos árabes, cautivó a Antonio Machado y a Gustavo Adolfo Bécquer, se enemistó con el impero romano, fue refugio de Templarios… Imagínate todo lo que te puede ofrecer.
Día 1: Laguna Negra, Vinuesa y Numancia
Empezamos la escapada por el norte de la Provincia.
Laguna Negra

Madrugamos para llegar pronto a la Laguna Negra y encontrar aparcamiento a los pies de la misma. Dependiendo de la época del año y la afluencia de visitantes, el acceso se restringe y tendrás que recorrer los 2 km que separan la Laguna y el siguiente aparcamiento (Paso de la Serrá) en autobús o caminando.
El acceso desde el parking más cercano (Dónde te deja el autobús) es muy cómodo, poco desnivel, ancho y con pasarelas de madera rodeando parte de la Laguna. Fácil para hacer con niños y mascotas, aunque no apto para sillas de ruedas o carritos de bebé.
Desde la Laguna se puede ver una cascada y hay un sendero, más complicado, para llegar hasta ella. Incluso recomiendo subir un poco más para obtener una increíble vista panorámica sobre la Laguna y el círculo glaciar. Siempre y cuando llevéis el calzado adecuado. No es mucha distancia, quizás unos 30 o 40 minutos, pero es todo ascenso y algunos tramos no son muy cómodos.
Vinuesa

La puerta de acceso a la Laguna Negra y nuestra parada para comer. Es una bonita villa medieval, rodeada de pinares y que forma parte de los pueblos más bonitos de España.
Nos encontramos un pueblo precioso, pero con poco ambiente, será porque fuimos entre semana y en mayo. No tiene precio pasear por sus calles empedradas, mientras hueles a chimenea y casi no nos cruzamos con nadie. Hasta entramos al patio del colegio sin darnos cuenta, buscando rincones y palacios. El pueblo está lleno de palacios y casonas señoriales. Nos quedamos embobadas viendo un palacio que era la residencia de ancianos.
No debes perderte la plaza mayor, el portalejo, la plazuela, el lavadero y la vista desde el puente junto al lavadero.
Numancia

Decidimos alojarnos las dos noches en Soria, por distancia de los diferentes puntos que queríamos visitar, así que de camino a la capital, planeamos la visita al yacimiento de Numancia.
La ciudad heroica según los historiadores romanos, el símbolo de la resistencia y la lucha por la libertad. Lo que sí es cierto es que es uno de los mejores yacimientos celtíberos y el qué mayor información a aportado a los historiadores y arqueólogos. En éste yacimiento encontramos dos ciudades (romana y celtíbera).
El horario de apertura del yacimiento: de Martes a Sábados de 10 a 14h. y de 16 a 18h. y Domingos de 10 a 14h. El precio de la entrada es 6 euros y pueden realizarse visitas guiadas. Nosotros no hicimos visita guiada pero con la entrada te ofrecen una audio guía en tu móvil escaneando un código QR que nos ayudó mucho a entender lo que estábamos viendo.
Y terminamos el día en la ciudad de Soria, probando los famosos torreznos en el Mesón Castellano para después tomarnos unas tapas en La Taberna del Kiosko.
Día 2: Soria, San Juan de Duero y San Saturio

El segundo día lo dedicamos íntegro a visitar Soria. Es una ciudad pequeña que se puede recorrer fácilmente a pie. Pero ojo, que hay muchas cuestas, y como apriete el calor, puede ser bastante duro. Así que os recomiendo calzado cómodo, y una cantimplora pequeña con agua.
El Monasterio de San Juan de Duero y la Ermita de San Saturio se encuentran a las afueras de Soria y se puede ir caminado desde el centro sin mucho esfuerzo, pero los separo de la visita a Soria porque me parecen dos lugares que merecen una mención especial.
Nuestro alojamiento en Soria se encontraba muy cerca del Museo Numantino, así que cómo teníamos muy reciente la visita al yacimiento, decidimos lo primero visitar el museo y así ampliar información sobre la cultura celtíbera. La entrada cuesta 1 euro, y si eres estudiante es gratutito.
Al salir del museo dimos un paseo por el pulmón verde de Soria, el parque de Cervantes y después nos adentramos en el casco histórico de la ciudad. Destacamos el Palacio de los Castejones, la calle el Collado con sus casas de galerías acristaladas, el palacio de los Condes de Gómara, la Plaza Mayor, la iglesia de San Juan de Rabanera y mi favorita, la iglesia románica de Santo Domingo.

Para terminar la mañana subimos al cementerio y al castillo de Soria. En la entrada principal al cementerio, donde descansan los restos de Leonor Izquierdo (Esposa de Antonio Machado) podemos encontrar el Olmo Viejo, el olmo seco de la poesía de Machado.
Y muy cerca del cementerio, se sitúan los restos del castillo de Soria. Hay un parque y un pequeño mirador desde el que tenemos una vista preciosa del Duero y la ermita de San Saturio. Este castillo data del siglo XII y fue un importante punto de control fronterizo.
San Juan de Duero
Podría decirse que es el claustro románico más instagrameable de España, pero ¡ojo!, que se necesita permiso para colocar un trípode.
A trece minutos a pie de la Plaza Mayor de Soria, pero ya en las afueras de la ciudad, se haya este monasterio románico castellano cuyo claustro presenta una mezcla de estilos arquitectónicos muy sorprendente: Románico, mudéjar y árabe.
Pero no te dejes eclipsar por el claustro, su iglesia, aunque sencilla, también es un tesoro del románico.
Ermita San Saturio

Cruzando el puente de piedra medieval, siguiendo por el paseo de de San Saturio, bordeando el río Duero, llegamos a la ermita de San Saturio. El patrón de la ciudad de Soria.
Día 3: Medinaceli, Ciudad de Osma, San Esteban de Gormaz y Cañón del río Lobos

Era nuestro último día en la provincia y de vuelta a casa decidimos aprovechar al máximo, quizás demasiado.
Medinaceli

Si por algo es conocida esta ciudad es por su arco romano, el único con 3 arcos de España. Nada más llegar al pueblo, por la carretera de acceso nos recibe el imponente Arco, pero Medinaceli es mucho más. Aparca el coche y oblígate a pasear sin rumbo la localidad.
El pueblo en el que se mezclan diferentes culturas, aquí habitaron Celtíberos, Romanos, Árabes y fue frontera entre los reinos de Aragón y Castilla
Lo que visitamos nosotras fue la muralla, el mirador del Cid, la puerta árabe, la plaza mayor, el palacio de los Duques de Medinaceli, la alhóndiga, la colegiata de nuestra señora de la Asunción (Que no vimos por dentro porque estaba en obras) y el castillo (Actualmente el cementerio municipal).
Ciudad de Osma

El monumento más característico de esta ciudad es su catedra, mezcla de estilos, desde el románico hasta el neoclásico, destaca su torre de estilo barroco.
Como íbamos muy justas de tiempo visitamos la calle mayor porticada, la plaza mayor, el palacio episcopal y el recinto amurallado.
San Esteban de Gormaz

Decidí esta parada en nuestra ruta por Soria desde el primer momento. Como amante incondicional del románico tenía que visitar si o si el pueblo conocido como la cuna del románico soriano.
Las dos edificaciones que destacan son dos iglesias románicas: Ntra. Sra. del Rivero y San Miguel. Ésta última es la más antigua de las dos y posiblemente sea la primera galería porticada románica de la que se tiene noticias.
La localidad también cuenta con castillo, numerosas bodegas-cueva y el parque temático del románico.
Cañón de Río Lobos

Antes de adentrarnos en las entrañas del parque, nuestra primera parada fue el Mirador de La Galiana. Disfrutando de unas vistas increíbles del último tramo del cañón y el castillo de Ucero.
También es un lugar excelente para ver el vuelo de los buitres. Algunos pasaron tan cerna que casi podíamos tocarlos.
En el cañón del Río Lobos se pueden pasar días recorriendo sus senderos y disfrutando del paisaje, pero como nosotras no teníamos tiempo hicimos la visita turística, la conocida como primera toma de contacto con el parque.
Aparcamos en el parking de Cueva Fría donde hay un punto de información del parque, y recorrimos la pista forestal que llega hasta la ermita de San Bartolomé y la cueva Grande.
Junto a la ermita un pequeño camino permite subir al denominado “balconcillo” y a través de una ventana natural en la roca contemplar unas vistas panorámicas de esta zona del Cañón. Nosotras no lo hicimos porque no llevábamos calzado adecuado. Aunque corto, el sendero era empinado y resbaladizo.
Esta visita nos llevó entorno a 3 horas.
Y hasta aquí nuestros 3 días recorriendo la majestuosa provincia de Soria. Me han quedado muchas cosas pendientes. En la próxima escapada intentaré recorrer los pueblos que fueron frontera de los reinos de Castilla y Aragón. Pueblos, muchos de ellos casi despoblados, pero con muchas historia que contar.